El descubrimiento constituye valiosa información histórica acerca de las estructuras vasculares del cerebro
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El área
coloreada en marrón oscuro señala las impresiones de la arteria meníngea media
encontrada en el individuo W19, imagen que la autora de este post implantó en
una reconstrucción en 3D
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Un
equipo conformado por investigadores españoles y alemanes procedentes del Museo
Egipcio de Barcelona y de la Universidad Eberhard Karls, en Tübingen, Alemania,
informó en la revista Cortex[i]
acerca un descubrimiento singular: el hallazgo de rastros de arterias
encargadas de irrigar la duramadre. En su más reciente volumen, disponible online, la publicación resalta el artículo
"La
momificación de los vasos cerebrales en un individuo del antiguo Egipto", un trabajo que revela la presencia de rastros de la arteria
meníngea media, con sus dos ramas (anterior y posterior), en el hueso temporal de
una momia. La cabeza momificada pertenece a un hombre adulto, identificado como
W19 y el ejemplar fue encontrado en la Necrópolis de Sharuna del Egipto Medio,
en un sitio cuya cronología va desde los
inicios de la VI
dinastía del Imperio Antiguo (alrededor del año 2325 antes de Cristo) hasta
las primeras etapas del periodo copto (siglos IV a IX d.C).
El
hallazgo resulta extraordinario porque a nivel mundial existen muy pocos especímenes
como este. Dos de ellos son la momia
de Corea de la dinastía Joseon (1392-1910 d.C) del sitio Yongin y la señora
de Mawangdui de la dinastía Han (205 a.C
- 220 d.C) con un alto grado de conservación de la duramadre, el tejido del
cerebelo, el tálamo y el sistema ventricular.
Durante
el proceso de momificación de W19 se retiró el cerebro y el interior del cráneo
se limpió y se llenó con sustancias conservantes como betún mezclado con lino
(también hallado dentro del cráneo).
En
contraste con otras 62 momias que han sido encontradas en el sitio, en W19 los
materiales utilizados para el embalsamamiento actuaron como un endomolde
natural del cerebro y permitieron la preservación de las huellas de las
estructuras vasculares en el cráneo momificado.
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Imagen del artículo
original publicado en la revista Cortex: "La momificación de los vasos
cerebrales en un individuo del antiguo Egipto" (http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0010945214002950)
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Varios
factores contribuyeron a esta extraordinaria conservación. La hipótesis de los
investigadores apunta a que algo sucedió en el momento de la inserción del
betún en la bóveda craneal y después de la momificación las singulares
condiciones ambientales como la temperatura o la acidez de los sedimentos
ayudaron a la conservación del espacio interior del cráneo.
Estructuras vasculares del cerebro
El
tejido neural que forma el sistema nervioso central (SNC) está rodeado y
protegido por complejas estructuras de tejido conectivo vascular conocidas como
las tres capas meníngeas. Estas son la duramadre (o paquimeninge) y la
aracnoides y la piamadre también conocidos como leptomeninges. La duramadre es
la estructura externa y se compone de tres capas: el periostio, la meníngea, y
las células fronterizas o border cells.
Su suministro de sangre arterial se produce a través de los vasos de la
carótida externa e interna y las arterias vertebrales. La arteria más grande e
importante de la duramadre es la arteria meníngea media. En la mayoría de los
casos surge de la rama de la arteria maxilar de la arteria carótida externa y
entra en el cráneo a través del agujero espinoso (o en casos poco comunes mediante
la fisura petroesfenoidea). A continuación, se divide en ramas anterior y
posterior para drenar la duramadre y la bóveda craneal contigua. Existe gran
variedad de opiniones respecto a la real funcionalidad de la arteria meníngea
media. Sin embargo, los especialistas concuerdan en dos posibles roles: la
oxigenación y la termorregulación cerebral. La oxigenación se asocia con las
capas de la duramadre más que con volúmenes cerebrales corticales. Las
funciones de oxigenación de la arteria meníngea media son cuestionables,
teniendo en cuenta que, a pesar de sus dimensiones, no tiene claro contacto con
la masa cortical subyacente, y mayormente soporta solo las tres capas
meníngeas. Por otra parte, su función de termorregulación de los vasos
meníngeos medios es prácticamente hipotética. El hecho de que toda la red
meníngea puede ser eliminada durante
los tratamientos neuroquirúrgicos[ii], sin
insuficiencia fisiológicas conocidas, evidencia la difícil comprensión de su papel
dentro del sistema vascular. Actualmente varios equipos de investigación
desarrollan estudios para entender el funcionamiento del cerebro y sus redes
venosas desde el punto de vista evolutivo y ontogénico.
*Master en Evolución Humana y Arqueología del
Cuaternario.
[i] Cortex es una publicación
internacional especializada en estudios cognitivos y su relación entre el
sistema nervioso y los procesos mentales.
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