jueves, 27 de noviembre de 2014

Hallan molde endocraneal en una momia egipcia


El descubrimiento constituye valiosa información histórica acerca de las estructuras vasculares del cerebro


 El área coloreada en marrón oscuro señala las impresiones de la arteria meníngea media encontrada en el individuo W19, imagen que la autora de este post implantó en una reconstrucción en 3D
Por Gizéh Rangel de Lázaro*
Un equipo conformado por investigadores españoles y alemanes procedentes del Museo Egipcio de Barcelona y de la Universidad Eberhard Karls, en Tübingen, Alemania, informó en la revista Cortex[i] acerca un descubrimiento singular: el hallazgo de rastros de arterias encargadas de irrigar la duramadre. En su más reciente volumen, disponible online, la publicación resalta el artículo "La momificación de los vasos cerebrales en un individuo del antiguo Egipto", un trabajo que revela la presencia de rastros de la arteria meníngea media, con sus dos ramas (anterior y posterior), en el hueso temporal de una momia. La cabeza momificada pertenece a un hombre adulto, identificado como W19 y el ejemplar fue encontrado en la Necrópolis de Sharuna del Egipto Medio, en un sitio cuya cronología va desde los inicios de la VI dinastía del Imperio Antiguo (alrededor del año 2325 antes de Cristo) hasta las primeras etapas del periodo copto (siglos IV a IX d.C).
El hallazgo resulta extraordinario porque a nivel mundial existen muy pocos especímenes como este. Dos de ellos son la momia de Corea de la dinastía Joseon (1392-1910 d.C) del sitio Yongin y la señora de Mawangdui de la dinastía Han (205 a.C - 220 d.C) con un alto grado de conservación de la duramadre, el tejido del cerebelo, el tálamo y el sistema ventricular.
Durante el proceso de momificación de W19 se retiró el cerebro y el interior del cráneo se limpió y se llenó con sustancias conservantes como betún mezclado con lino (también hallado dentro del cráneo).
En contraste con otras 62 momias que han sido encontradas en el sitio, en W19 los materiales utilizados para el embalsamamiento actuaron como un endomolde natural del cerebro y permitieron la preservación de las huellas de las estructuras vasculares en el cráneo momificado.

Imagen del artículo original publicado en la revista Cortex: "La momificación de los vasos cerebrales en un individuo del antiguo Egipto" (http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0010945214002950
Varios factores contribuyeron a esta extraordinaria conservación. La hipótesis de los investigadores apunta a que algo sucedió en el momento de la inserción del betún en la bóveda craneal y después de la momificación las singulares condiciones ambientales como la temperatura o la acidez de los sedimentos ayudaron a la conservación del espacio interior del cráneo.
Estructuras vasculares del cerebro
El tejido neural que forma el sistema nervioso central (SNC) está rodeado y protegido por complejas estructuras de tejido conectivo vascular conocidas como las tres capas meníngeas. Estas son la duramadre (o paquimeninge) y la aracnoides y la piamadre también conocidos como leptomeninges. La duramadre es la estructura externa y se compone de tres capas: el periostio, la meníngea, y las células fronterizas o border cells. Su suministro de sangre arterial se produce a través de los vasos de la carótida externa e interna y las arterias vertebrales. La arteria más grande e importante de la duramadre es la arteria meníngea media. En la mayoría de los casos surge de la rama de la arteria maxilar de la arteria carótida externa y entra en el cráneo a través del agujero espinoso (o en casos poco comunes mediante la fisura petroesfenoidea). A continuación, se divide en ramas anterior y posterior para drenar la duramadre y la bóveda craneal contigua. Existe gran variedad de opiniones respecto a la real funcionalidad de la arteria meníngea media. Sin embargo, los especialistas concuerdan en dos posibles roles: la oxigenación y la termorregulación cerebral. La oxigenación se asocia con las capas de la duramadre más que con volúmenes cerebrales corticales. Las funciones de oxigenación de la arteria meníngea media son cuestionables, teniendo en cuenta que, a pesar de sus dimensiones, no tiene claro contacto con la masa cortical subyacente, y mayormente soporta solo las tres capas meníngeas. Por otra parte, su función de termorregulación de los vasos meníngeos medios es prácticamente hipotética. El hecho de que toda la red meníngea puede ser eliminada durante los tratamientos neuroquirúrgicos[ii], sin insuficiencia fisiológicas conocidas, evidencia la difícil comprensión de su papel dentro del sistema vascular. Actualmente varios equipos de investigación desarrollan estudios para entender el funcionamiento del cerebro y sus redes venosas desde el punto de vista evolutivo y ontogénico.
*Master en Evolución Humana y Arqueología del Cuaternario. 



[i]   Cortex es una publicación internacional especializada en estudios cognitivos y su relación entre el sistema nervioso y los procesos mentales.

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