Por Flor de Paz
La vacuna terapéutica CIMAVAX- EGF, registrada en Cuba desde el 2008, comienza su fase de generalización como parte del arsenal bioterapéutico que se utiliza en el país contra el cáncer.
Sin precedente en el mundo, la CIMAVAX- EGF ha probado su eficacia contra el cáncer de pulmón avanzado, al beneficiar al paciente con la disminución o desaparición de síntomas como la falta de aire, la inapetencia y el dolor, y propiciar asimismo la incorporación del afectado a la vida social.
Otra aplicación de este inmunógeno está enfocada al tratamiento de los tumores malignos de próstata. Resultados preliminares de estudios clínicos en esta localización indican que los pacientes vacunados tardan más en la progresión sintomática de la enfermedad.
A propósito de estos avances, fundamentados en una nueva estrategia terapéutica que se suma a los tratamientos tradicionales, el Doctor Rolando Pérez Rodríguez, Director de Investigaciones del Centro de Inmunología Molecular (CIM), responde a nuestras interrogantes.
-¿Qué estrategias investigativas sigue el CIM en la búsqueda de soluciones a la problemática del cáncer?
-Nos hemos concentrado en la llamada terapia dirigida a blancos moleculares o blancos específicos. Su acción consiste en contrarrestar el efecto de genes que no hacen una función adecuada, o de las proteínas (su producto), que cuando están alteradas, llevan a la enfermedad.
“Asumimos conceptos como el de la medicina personalizada. Esta consiste en que la indicación de un tratamiento, o la combinación de ellos, depende del enfermo y del tumor que le afecte. De manera que, no todos los grupos de pacientes siguen la misma receta”.
“Según esta estrategia, para medir la respuesta a la terapéutica, hacer pronósticos y caracterizar mejor la enfermedad en cada individuo, acudimos a los biomarcadores (pruebas diagnósticas que permiten la caracterización biológica del tumor y del paciente). La herramienta permite predecir la efectividad de un tratamiento, determinar el tipo de terapia a aplicar y sus combinaciones”.
“Sin embargo, en enfermedades complejas y multigénicas como el cáncer, que traen consigo alteraciones de los sistemas fisiológicos del organismo, la cura se vuelve complicada, porque intervienen muchas variables. Así que pretendemos convertirlo en un padecimiento crónico, controlable. Y la inmunoterapia es una de las herramientas que se inserta en esta estrategia.
“Las nuevas terapéuticas también implican otros cambios, entre ellos cuenta que su efectividad no puede medirse igual que en las precedentes. Una diferencia consiste en que los tumores se reducen poco, pero se mantienen controlados durante años. Asimismo, su baja toxicidad permite la administración sistemática de la bioterapia.
“Si el paciente recae, se le aplica otra combinación del tratamiento, de manera que se mantenga bajo control el mayor tiempo posible mediante el uso de diferentes líneas terapéuticas”.
-¿Quiere decir esto que el éxito del tratamiento depende de las combinaciones?
- Efectivamente, igual que sucedió con la quimioterapia. En un inicio solo se aplicaba un producto y en la actualidad se combinan varios. La razón está en los mecanismos de resistencia de los tumores, que son tejidos genéticamente inestables.
“Al integrar las terapéuticas tradicionales con las biológicas, como la vacuna CIMAVAX- EGF, el tratamiento es más efectivo. Estas inducen una respuesta inmune en el paciente, que se mantiene mediante la reinmunización”, concluyó el Doctor Rolando Pérez (http://www.canarias-semanal.com/).
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