domingo, 28 de septiembre de 2008

ATA '08: Resultados


YACIMIENTOS DE LA TRINCHERA DEL FERROCARRIL:
Cueva de la “Sima del elefante”

En esta campaña del 2008, en el yacimiento de la Sima del Elefante se ha seguido excavado el nivel TE9c. En este nivel, datado entre 1,2 y 1,3 millones de años, el año pasado se recuperó una mandíbula humana atribuida de forma provisional a Homo antecessor y que corresponde al homínido más antiguo registrado en Europa Occidental. Durante la campaña de excavación del 2008 se han recuperado nuevas evidencias de la presencia de los homínidos en la Sierra de Atapuerca. En primer lugar se ha recuperado una primera falange del dedo V de la mano izquierda de un homínido, junto al que se han localizado algunas piezas de industria lítica en sílex así como huesos con fracturas de origen antrópico y marcas de corte que corresponden a animales de talla media y grande, como ciervos y bóvidos.
Por otra parte, en el nivel TE9c se ha registrado la presencia de diferentes animales que ayudarán a conocer el medio en el que vivían estos grupos humanos. De este modo, los restos óseos de macaco, águila pescadora, lince y ciervo recuperados indican la existencia de un medio relativamente arbóreo, con zonas abiertas y masas de agua en las que dicha águila podría obtener los recursos necesarios para su supervivencia.
A parte de la excavación del nivel TE9c, también se ha realizado una pequeña intervención en los niveles TE7 y TE8, donde se ha documentado la presencia de restos de micro y macro fauna. Este dato muestra que, como mínimo, los dos niveles inferiores de la cavidad contienen registro paleontológico, hecho que abre la posibilidad de registrar presencia humana de más de 1,3 millones de años en la “Sima del elefante”.
Covacha zarpazos
Esta campaña se ha trabajado en varios niveles achelenses de unos 400.000 años de antigüedad (GIIb, GIIc y GIId) con un equipo formado por seis personas. Se han recuperado más de 500 restos, tanto de fauna como de industria lítica, entre estos últimos destaca la aparición de un hendedor de sílex neógeno, un bifaz de arenisca y varias raederas, tres instrumentos muy característicos de la tecnología del Pleistoceno Medio. Entre la fauna, los restos de herbívoros (como el ciervo y el caballo) son los más abundantes. Sobre varios de ellos se han documentado marcas de corte, lo que da una idea de las actividades de carnicería desarrolladas por estos humanos. Sin embargo, se debe destacar también la aparición de un gran canino y una mandíbula derecha de león, ambos caracterizados por una gran robustez, evidencia del gran tamaño de estos animales en el pasado. Con estos hallazgos, se amplía el conocimiento actual del entorno, la tecnología y las actividades desarrolladas por el Homo heidelbergensis en la Sierra de Atapuerca.
Gran dolina TD6
Siguiendo la dinámica de los últimos años y para evitar desprendimientos, una parte de los trabajos efectuados durante la campaña del 2008 en “Gran dolina” han consistido en retranquear el corte del yacimiento que da a la “Trinchera del ferrocarril”. El año pasado, estos trabajos se concentraron en la parte superior del nivel TD6, que con unos 900.000 años de antigüedad es famoso por contener el estrato Aurora y los restos de Homo antecesor. Una vez atravesado este estrato, la excavación del 2008 se ha concentrado principalmente en el tramo medio de TD6, concretamente el subnivel TD6-3. Se trata de un sector relativamente pobre en restos arqueológicos, pero de una enorme complejidad estratigráfica y paleobiológica. Este lugar parece haber sido utilizado de manera esporádica por algunos carnívoros como refugio o cubil. Sin embargo, la representación aislada de algunos artefactos líticos indica la existencia de una presencia humana constante en la Sierra y sus alrededores en cronologías anteriores a la formación del estrato Aurora. Los estudios que se realizarán con estos materiales, permitirán conocer cuáles eran las relaciones de estos grupos humanos con la cavidad y con los grandes carnívoros en este periodo de tiempo situado entre el millón de años que tienen la base de la cueva y los 900.000 del estrato Aurora.
Gran dolina TD10
La excavación de mayores proporciones en la que se trabaja actualmente en la Sierra de Atapuerca se encuentra en la parte alta del yacimiento de “Gran dolina”, en el nivel TD10. Alrededor de 30 excavadores durante la segunda mitad del mes de junio y más de 40 a lo largo de todo julio han estado trabajando en una superficie de poco más de 80 m2. Concretamente, se ha intervenido el subnivel TD10-2, de una antigüedad de unos 300.000 años. A fecha de 20 de julio se han recuperado en él más de 10.200 huesos y 1.800 instrumentos de piedra. Estos restos corresponden a una de las fases de intensa ocupación de la cavidad, que son ya características del nivel TD10. Sin embargo, la capa excavada este verano presenta una combinación novedosa de rasgos. Por una parte, entre los fósiles recuperados se observa un predominio de los restos de bóvido nunca visto anteriormente en Atapuerca. Aunque este animal, muy parecido al bisonte actual, se encuentra en todos los conjuntos, hasta ahora siempre iba muy por detrás de los ciervos y de los caballos. Estos restos faunísticos se presentan, como es común en TD10: fuertemente antropizados, es decir, muy fragmentados a causa del aprovechamiento sistemático de la médula ósea como recurso alimenticio, y, además, con gran cantidad de marcas de corte en sus superficies, producidas por los instrumentos de piedra utilizados durante los diversos procesos de carnicería.
Por otra parte, y en lo que a las herramientas de piedra se refiere, se ha documentado un uso prácticamente exclusivo del sílex, en las dos variedades en que puede obtenerse en la misma Sierra, mientras que otras rocas normalmente presentes en el registro (cuarcita, arenisca o cuarzo) no fueron utilizadas. Aparece, por lo tanto, un nuevo modelo de explotación de los recursos animales y minerales del entorno de la Sierra, por parte de los grupos humanos que la poblaron durante el Pleistoceno Medio. Los resultados obtenidos en esta campaña, en definitiva, consolidan y a la vez añaden variabilidad a un registro que es ya de por sí, un referente a nivel europeo en lo que respecta a yacimientos con función de campamento central del Pleistoceno Medio.
YACIMIENTOS DE LA CUEVA MAYOR – CUEVA DEL SILO
Portalón de cueva mayor
El “Portalón” es uno de los mejores yacimientos de la Sierra para conocer las fases de la Prehistoria reciente, los últimos 10.000 años de la evolución humana. El Neolítico, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, son épocas muy bien documentadas en este yacimiento.
En esta campaña se ha terminado con un sector en el que aún quedaban registros de la Edad del Bronce Antiguo (3900 años) y se ha comenzado a excavar el nivel correspondiente a los momentos del Neolítico final o Calcolítico, algo más antiguos.
Relacionadas con la Edad del Bronce se han recuperado, dentro de un hogar, dos grandes vasijas rotas que contenían semillas quemadas de algún cereal aún sin determinar y justo al lado, otro gran hogar de 1,5 m de diámetro en el que han aparecido sobre todo abundantes restos de vaca, algunos de ellos conectados entre si, atestiguando que seguramente los echaron al hogar aún con carne. La parte superior del túmulo funerario donde las gentes del Calcolítico enterraron a sus muertos, está formada por una fina capa de grava debajo de que aparece otra de cantos de mediano tamaño que se está descubriendo actualmente. Además, la capa de grava ha proporcionado numerosos fragmentos de cerámica, fauna, restos humanos dispersos y hueso trabajado. Los restos humanos aparecen aislados y pertenecen a dos niños, (de 3 y 7 años) y a un individuo adulto. Entre las piezas de hueso trabajado destaca un punzón realizado con un hueso humano del antebrazo, concretamente un radio. Éste es el primer caso de huesos humanos utilizados para fabricar herramientas, que se ha detectado en la Sierra, algo que, por otro lado, es frecuente en toda la Península desde el Neolítico y sobre todo en el Calcolítico en contextos domésticos. También en hueso trabajado se han recuperado este año una aguja, una punta de flecha y varios punzones más en hueso de oveja. Finalmente, en piedra trabajada se han recuperado numerosas láminas y lascas realizadas para cortar, raspadores, percutores, núcleos de extracción agotados, dientes de hoz, un molino de mano completo y varios más fragmentados, pesas de telar, una pequeña punta de flecha y algunas cuentas de collar.
La potencia del yacimiento y la abundancia, riqueza y variedad de materiales recuperados, demuestran la diversidad de actividades que desarrollaron aquellos seres humanos de la Sierra de Atapuerca durante la Prehistoria reciente.
Sima de los huesos
La campaña de 2008 en la “Sima de los huesos” ha resultado de lo más interesante pues una nueva limpieza de la sección Norte ha permitido distinguir claramente los distintos niveles estratigráficos, conocer algo más sobre la génesis del yacimiento y además constatar que la Sima salvaguarda, de momento, un tesoro inagotable. La excavación en este sector, el área B, hasta ahora el más rico en fósiles humanos, ha proporcionado este año una veintena de restos, de los que destaca una hemimandíbula izquierda de un joven Homo heidelbergensis al que todavía no le había salido el tercer molar, lo que indica que el joven tendría alrededor de 12 años. Junto con la mandíbula se han descubierto también falanges de la mano. Estas partes anatómicas del cuerpo, en la mayoría de los yacimientos con fósiles humanos rara vez fosilizan, ya que son enormemente frágiles al estar constituidas mayoritariamente por tejido esponjoso. Su presencia en la Sima refuerza así la hipótesis, tanto tiempo sostenida por los paleontólogos, de una acumulación de cuerpos, que llegaban a la Sima completos, probablemente introducidos por otros humanos. La acción de las aguas que circularon por las cuevas durante el tiempo que duró la acumulación de los cadáveres y posiblemente también posteriormente, hizo que los huesos se mezclarán y dispersarán por la “Rampa” y la “Sima de los huesos” propiamente dicha, acumulándose sobre todo en la zona donde las aguas abandonan la cavidad, es decir en la zona cercana al sumidero y por eso se encuentran en el área B, falanges junto a la mandíbula, así como muchos otros fragmentos de huesos humanos. Este proceso se repitió varias veces antes que la cavidad quedara sellada por una costra estalagmítica o espeleotema que ha permitido datar los fósiles humanos de la Sima en algo más de 530.000 años.
Cueva del mirador
A lo largo de la presente campaña se ha seguido profundizando en el sondeo que se realiza en el interior de la cavidad, con la finalidad de conocer su secuencia estratigráfica y poder determinar así si se emprende su excavación en extensión. El sondeo, de 6 metros cuadrados, se inició en el año 1999 y hasta el momento ha puesto al descubierto una paquete sedimentario de aproximadamente 6 metros de potencia, originado por las ocupaciones humanas de la cueva durante la Edad del Bronce, y sobretodo el Neolítico, período a lo largo del que éstas se suceden de manera muy continuada, hallando evidencias de una de las comunidades agro-pastoriles más antiguas de la Meseta. Este gran paquete de sedimento de edad holocena (entre los 3.000 y 6.500 años de antigüedad) cubre una serie de bloques que se desprendieron del techo de la cueva después de que los cazadores-recolectores la ocuparan hace aproximadamente unos 13.000 años, en el período conocido como Magdaleniense. Desde la campaña de 2006 en el sondeo se está documentando la existencia de otra caída de bloques, en este caso de grandes proporciones, también procedente del techo de la cavidad. Este gran desprendimiento, hasta el momento de 12 metros de potencia, se habría originado hace unos 18.000 años por el advenimiento de un cambio climático severo, en el que de unas condiciones muy frías, que habrían propiciado la fragmentación de la roca del techo de la cueva, se pasó a una bonanza climática que originaría su colapso.
Una vez comprobadas las grandes dimensiones de la caída de bloques, durante esta campaña se ha ratificado que la “Cueva del mirador” sería en origen una gran cavidad de, al menos, 24 metros de altura, en la que se podrían haber producido ocupaciones humanas anteriores a los 18.000 años aproximadamente. Esta campaña concluye el sondeo realizado y se valorarán los resultados obtenidos.
ASENTAMIENTO AL AIRE LIBRE
Hotel California
Este año se han mantenido con los trabajos en los asentamientos al aire libre que, sin duda, están deparando mucha información acerca de los modos de vida en el Pleistoceno medio y superior en la Sierra de Atapuerca.
Durante esta campaña se ha seguido con la excavación de “Hotel California” ampliando la extensión de trabajo en 5 metros cuadrados más, con un equipo de entre 7 y 9 personas. Este sitio, a orillas del río Pico y en una situación un poco elevada respecto al valle fluvial, es ideal para que grupos de Heidelbergensis y Neandertales fueran a cazar o recolectar. Este año se han exhumado más de medio millar de herramientas de piedra en los 5 niveles arqueológicos que se conocen, y de todas las materias primas existentes en la Sierra, sílex, cuarcita, arenisca y cuarzo. Algunas de estas están en el propio yacimiento, mientras que otras son aportadas por los grupos prehistóricos. Concretamente este año se han abordado los niveles de Paleolítico medio en los que han aparecido excelentes piezas, raederas, denticulados, puntas etc., fabricadas por los neandertales que controlan todos los biotopos existentes en este paraje.
Toda la información extraída hasta el momento puede llevar a afirmar que se trata de un lugar en el que no se vive, sino que es un lugar que se visita para llevar a cabo actividades relacionadas con la subsistencia, pero que se visita reiteradamente a lo largo de miles de años. Es decir que se trata de visitas cortas pero constantes. Además se han estudiado algunos de los sondeos realizados el año pasado en este asentamiento, pero alejados unos 200 metros de la excavación, y han aparecido piezas que revelan ocupaciones anteriores en este mismo sitio, por lo que no se descarta ampliar los trabajos en años sucesivos.
LAVADO DE LOS SEDIMENTOS DE LAS EXCAVACIONES DE LA TRINCHERA EN EL RÍO ARLANZÓN
El entorno, el clima y el paisaje en el que vivieron los humanos de Atapuerca, Homo antecessor y Homo heidelbergensis, se puede reconstruir sólo si además de los restos humanos se estudian también los de los fósiles de animales que coexistían con estas especies antepasadas. Para ello se lava el sedimento que resulta de la excavación para recuperar incluso pequeños fósiles, como dientes de musarañas, murciélagos, roedores y conejos, o las vértebras de serpientes y anfibios que vivieron en la Sierra de Atapuerca. El proyecto de Atapuerca es único en el mundo, pues se lava todo el sedimento que se extrae durante la excavación.
Especialmente interesante es el hallazgo de una musaraña gigante, que sólo se encuentra en Atapuerca y que presenta la asombrosa adaptación de ser capaz de inyectar veneno a sus víctimas, de una manera similar a las serpientes. Este año se han encontrado muchos fósiles de este temible depredador en los niveles de “Gran dolina” fechados en 900.000 años.
Por otra parte, gracias a la Junta de Castilla y León y a la Fundación Atapuerca, el sistema de lavado y tamizado de los sedimentos procedentes de las excavaciones se ve reforzado cada año por la mejora de las instalaciones, este año una motobomba nueva permite bombear gran cantidad de agua y lavar una tonelada de sedimento al día. (Codirectores del Proyecto Atapuerca)

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