jueves, 21 de febrero de 2008

Hacia la clave de nuestro poblamiento más antiguo



Por Flor de Paz

Determinar la procedencia de los habitantes más tempranos de Cuba es todavía un desafío para los científicos, aunque se sabe que aquellos hombres que irrumpieron por primera vez en el Caribe insular dominaban la navegación y llegaron a las Antillas desde América del norte y del sur, e igualmente establecieron un flujo marítimo entre unas y otras islas.

Son disímiles las hipótesis elaboradas acerca de los arribos de las primeras migraciones a Cuba y a la región caribeña. Para concebir las posibles rutas utilizadas ha sido necesario mirar el proceso de poblamiento a partir de consideraciones como: los momentos en que ocurrieron los sucesivos movimientos humanos, las condiciones climáticas existentes en esos períodos, y las evidencias arqueológicas y su ubicación geográfica.

El desarrollo tecnológico alcanzado ha propiciado al hombre herramientas que, aplicadas a la investigación científica en este campo, aportan nuevos datos en la incesante búsqueda de nuestros orígenes. Entre ellos, el análisis por ADN, ofrece nuevos elementos que ayudan a rellenar algunos de esos espacios vacíos o muy poco conocidos sobre el devenir de nuestra región.

Poblamiento más temprano de Cuba

Una de las hipótesis más aceptadas en estos momentos por la comunidad científica internacional es la teoría del origen muy temprano de Cuba, a partir de poblaciones que llegaron del sudeste de los Estados Unidos.

Según explica el Doctor Carlos Arredondo Antúnez, investigador del Museo Antropológico Montané, perteneciente a la Facultad de Biología, de la Universidad de La Habana, esta teoría tiene sustento geográfico, paleogeográfico y de la biota (conjunto de fauna y flora de una región), por afinidades y relaciones.

En los últimos 15 000 años –precisa-, con posterioridad al último período glacial, el continente fue muy afectado por el avance de los hielos. ¨Esto motivó que las poblaciones que estaban hacia el norte continental descendieran en busca de las zonas más cálidas, donde además iban a encontrar mayores posibilidades alimentarias y un clima más benigno.

¨Un elemento significativo en ese proceso glacial fue el descenso del nivel del agua de los mares, considerado entre 90 y 120 metros. En tales circunstancias, la plataforma insular de Cuba se expuso y aumentó su superficie terrestre visible. Igual sucedió con Las Bahamas, al punto de que hay investigadores convencidos de que este grupo de islotes se constituyó en una gran isla. Asimismo se calcula que entre esta y Cuba pudieron existir puntos distantes de pocas decenas de kilómetros; señala Arredondo Antúnez.

Sin embargo, esta teoría del máximo glacial –explica el científico-, padece de una importante incongruencia: ¨el fechado de los restos humanos más antiguos de Cuba, hallados hasta el momento, están sobre los 6 000 años y este cambio climático, con sus implicaciones paleogeográficas, ocurrió algunos miles de años antes.

Las huellas bajo el mar

Alrededor de los 6500 años antes del presente, el mar volvió a ascender y muchos sitios costeros antes emergidos quedaron nuevamente cubiertos. Esa puede ser la razón por la cual en Cuba, en Las Bahamas y en República Dominicana faltan las evidencias físicas de aquellos probables primeros asentamientos.

No obstante, otros elementos permiten considerar que el poblamiento más antiguo de la mayor de las Antillas pudo haber ocurrido en los últimos 10 000 años.

¨ Si realmente aquellos aborígenes fueron capaces de avanzar por todo el sudeste de los Estados Unidos hasta la Florida, entonces tenían toda la capacidad y el desarrollo tecnológico para tomar embarcaciones y acometer las migraciones¨, sugiere el Doctor Arredondo Antúnez.

- También hay que tener en cuenta que estas eran poblaciones de cazadores recolectores, capaces de mantener una mayor o menor movilidad, pero sus asentamientos no podían ser tan regulares o efectivos como los de las poblaciones que fueron llegando después.

En cuanto a los argumentos arqueológicos que sustentan esta hipótesis del poblamiento a partir de migraciones procedentes de Estados Unidos, el más importante es una significativa similitud o coincidencia en la industria lítica (de la piedra tallada) del sudeste de ese territorio y la de los sitios más arcaicos de Cuba (zona norte del centro- occidente y oriente), en cuanto a las formas laminares en la elaboración de los artefactos.

Sin embargo, no aparecen en Cuba ni en República Dominicana evidencias del elemento más característico de la industria continental: la talla bifacial. Las explicaciones son diversas: fue despreciada esta técnica al cambiar el tamaño de las presas en las islas; las migraciones fueron más tardías de lo que se piensa, en momentos en que ya se había desechado esa técnica en el continente, o por el contrario fue tan temprana que los migrantes partieron de Norteamérica antes de que se empleara esta talla allí. No hay un consenso al respecto.

¨ Esta teoría de los glaciales y del descenso del nivel del mar remontaría la presencia del hombre en Cuba a mucho más de 6000 años. Hoy, numerosos arqueólogos, incluso sin evidencias todavía, sostienen que la antigüedad de la presencia humana en la mayor de las Antillas puede estar alrededor de los 8 000 años aproximadamente.

¨ Existe consenso en cuanto a que supera los 6000 años, aunque se sabe que los fechados radiocarbónicos sobre restos fósiles óseos no han ofrecido mayor antigüedad. Y es que no se han encontrado todavía restos más arcaicos y quizás nunca ocurran esos hallazgos, porque probablemente estas huellas de la presencia humana temprana en las Antillas estén bajo el mar.

¨ En mi opinión, esta es la hipótesis que puede justificar con más certeza el poblamiento más temprano de Cuba. La de una procedencia del sudeste de Estados Unidos, explicaría además el por qué nuestros sitios más antiguos se encuentran en el norte de la Isla ¨, reflexionó el científico .

Desde Yucatán hasta las Antillas Mayores

Otra hipótesis acerca del poblamiento más temprano del archipiélago cubano plantea que partiendo desde Yucatán y bordeando toda la costa del Caribe, las embarcaciones llegaron a Belice, el norte de Venezuela, Colombia y después se dirigieron hacia Cuba y Santo Domingo.

¨ Un elemento favorable a esta concepción sería el descenso de las aguas del mar Caribe con la consiguiente exposición de amplias zonas costeras.

-Lo contradictorio es que los sitios más antiguos que conocemos no están al sur, que es por donde supuestamente deberían haber llegado las embarcaciones.

¨ Entraña una contradicción que desembarcaran por el sur, atravesaran la isla y las evidencias arqueológicas estén en el norte, porque ni en Cuba ni en Santo Domingo hay sitios muy antiguos en el sur. Este es un elemento que esgrimen los que no apoyan esta teoría, así como la inexistencia (hasta el momento) de sitios paleoarcaicos muy al occidente de Cuba ¨.

Por el arco de las Antillas

También relacionada con el poblamiento más temprano de Cuba está la hipotética ruta que se origina en el norte de América del Sur, usando el arco de las Antillas menores (de isla en isla) para llegar a las mayores.

Se basa en la similitud de la industria tallada de sitios muy antiguos de la costa norte de Suramérica con los más arcaicos de las Antillas, entre ellos el de Seboruco, en Cuba.

Un elemento a favor de esta visión es que el traslado hacia el Caribe a través de estas islas tuvo que haber sido posible, pues las distancias entre ellas debieron ser menores en aquellos momentos en que el nivel del mar era más bajo.

“No obstante, es inexistente una historia arqueológica que demuestre esta hipótesis, porque en ninguna de las islas caribeñas hay huellas de asentamientos que corroboren este recorrido”, concluyó el investigador.

martes, 19 de febrero de 2008

Un diente es un paisaje en miniatura


Por Flor de Paz
La historia de la evolución humana puede aquilatarse a través de los dientes. Este es el registro fósil más abundante que existe; sus formas particulares no varían en el transcurso de la vida, por lo cual es considerado como una traducción externa muy fidedigna del código genético.

Parentescos, edad, tipos de dieta y procedencia, y mezcla de las poblaciones, son datos factibles de obtener mediante el estudio de las piezas dentales. Su esmalte es el tejido más duro del cuerpo, y comparado con otras partes esqueléticas es la que más información ofrece, aun cuando pertenezca a los más antiguos seres que han habitado el planeta.

Una investigación de cinco mil piezas pertenecientes a homínidos de diferentes especies, hecha en el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), en Burgos, España, sugiere que el origen del humano europeo está en Asia y no en África, según se pensaba hasta hace muy poco.

“Su resultado más importante consiste en haber demostrado las diferencias morfológicas existentes entre los ejemplares procedentes de los continentes africano y euroasiático durante el Pleistoceno (desde hace 1,8 millones de años hasta 10 000 antes del presente). Este es el análisis más completo realizado hasta el momento sobre dientes permanentes de homínidos”, subraya la Doctora María Martinón-Torres, responsable del grupo de Investigación de Antropología Dental del CENIEH.

Según esta especialista, la principal zona originaria de los primeros emigrantes a Europa puede haber sido el Oriente Próximo, considerado un verdadero cruce de caminos y carreteras entre continentes. “Es posible que en aquella región las poblaciones asiáticas y europeas hayan compartido un ancestro común, lo cual subraya que muchas de las especies halladas fuera de África están en otros sitios porque no son originarias de ese continente.

“El estudio también demuestra que Asia y Europa tienen sus propias historias evolutivas. África fue importante en determinados episodios de nuestra evolución, como la aparición del Homo sapiens, y escenario de los primerísimos capítulos de la evolución humana. Pero en los últimos 1,8 millones de años, un florido árbol de especies homínidas surge y se desarrolla en Eurasia. Además, los homínidos fueron de África a Eurasia y viceversa”.

Se ha aceptado, por ejemplo, que los Neandertales son una especie europea. Entonces, igual podemos plantearnos que otras especies del Pleistoceno inferior son asiáticas en sí mismas aunque pueden haber sido originarias de poblaciones africanas.

Los homínidos son animales con adaptaciones particulares, debido al uso de tecnología para obtener energía del medio, que se expanden siempre que no haya ninguna barrera geográfica, climática o a nivel de ecosistema que los detenga. Y son pocos estos obstáculos.

-¿Los estudios realizados sólo han abarcado el aspecto morfológico?

-Sí, pero en el CENIEH tenemos diferentes líneas de investigación. En esta miramos una serie de caracteres externos presentes en los dientes, principalmente en la corona y en la raíz. Entre ellos, el número de cúspides, la forma del patrón de surcos y los tubérculos adicionales que algunos tienen y otros no. Este ha sido un examen exhaustivo de características externas muy conocidas de la forma de los dientes.

“Ahora hemos comenzado un nuevo estudio sobre la anatomía interna de estas mismas piezas dentales, con técnicas de imagen como la radiografía con microtacs”.

-En Atapuerca se descubrió recientemente un molar de homínido de aproximadamente 1,2 millones de años. ¿Qué aporta este hallazgo a la historia de la evolución humana?

-Hay que esperar por el resultado de análisis más detallados sobre su significado y relación con el resto de las poblaciones, pero preliminarmente pone de relieve que Europa tiene una historia evolutiva propia. Durante muchísimo tiempo se pensó que este continente había comenzado su poblamiento hace 500 mil años. Los restos de Homo antecessor, hallados en Atapuerca, rompieron esa barrera. Ahora el propio yacimiento burgalés vuelve a batir su propio récord y presenta un homínido todavía más antiguo.

-¿Qué experiencia le ha aportado estudiar cinco mil dientes de homínidos?

-He aprendido a ver y distinguir características que a primera vista no son perceptibles. Un diente es un paisaje en miniatura. Hay en él tal cantidad de información concentrada y comprimida, que asombra. Y en tal sentido, cuesta arrancar, pero una vez adentrada en ese entorno puede contemplarse un paisaje fascinante, concluyó la Doctora María Martinón-Torres.